Cuando te llama el amor, síguele, aunque sus caminos sean ásperos y empinados.
Y cuando sus alas te envuelvan, entrégate, aunque te pueda herir la espada oculta entre sus plumas.
Y, cuando te hable, creéle, aunque su voz perturbe tus sueños como arrasan el jardín las ráfagas del viento norte.
Pues, a la vez, el amor te corona y te crucifica. A la vez, él te hace crecer y te poda.
Y mientras te eleva a las alturas y acaricia tus más tiernas ramas que tiemblan al sol, baja, también, a tus raíces y las sacude para que no se agarren a la tierra.
Te desgrana para sí como a granos de maíz, te trilla hasta dejarte desnudo, te aventa para limpiarte del salvado, te muele hasta la blancura, te amasa hasta dejarte dúctil. Y luego te manda su fuego sagrado, para que te conviertas en pan sagrado para el sagrado festín de Dios.
Kahlil Gibrán
Escrito por Rainbow a las 10 de Noviembre 2004 a las 11:37 AMbueno si parece que esta fuera mi página, con mis pensamientos, mis mails enviados...desde Gibran a la oreja de Van gogh, he caido aqui por buscar una letra de una canción, si que está interesante esto de tener un diario para desahogarse...me has dado una buena idea, cuidate.