Odio sentirme sola.
Odio ver parejas por la calle.
Odio no tener a alguien que me abrace ahora mismo.
Odio que la gente me mande fotos con sus novios/as.
Odio que la gente me cuente que hoy, justo hoy, ha empezado a salir con alguien, o que alguien tiene 2 novios y no sabe con cual quedarse.
Odio esperar toda una tarde de domingo un sms que nunca llega.
Odio mandar un mail lleno de sentimientos y recibir por respuesta uno lleno de indiferencia.
Odio ser la persona a la que todos cuentan sus penas, pero a la que nadie está dispuesto a escuchar.
Odio saber que espero y deseo algo imposible.
Odio caminar por las calles esperando verle aparecer por una esquina en cualquier momento y que ese momento nunca llegue.
Odio esta ciudad.
Odio hacer todos los días lo mismo.
Odio saber que tengo que irme de aquí, que tengo que hacer algo para alejarme de todo esto y no tener fuerza para mandarlo todo y a todos a la mierda.
Odio ser tan gilipollas.